Vergüenza en la farmacia

Seguramente recordaréis algún chiste sobre uno que va a comprar preservativos a la farmacia y el farmacéutico le entiende mal, o el cliente de al lado dice alguna cosa graciosísima. Por suerte yo no recuerdo ninguno a pesar de que seguramente habría sido un buen recurso para atraer lectores a este post.

Confidencialidad

Hace poco mantuvimos una conversación en Twitter sobre hablar por el móvil mientras te atienden en la farmacia.

Obviamente está fatal, pero la equiparación de esa atención con la de una consulta médica en mi opinión, no es acertada.

Mis pacientes no suelen usar el móvil en mi consulta, pero tampoco yo les atiendo en la sala de espera. Con ésto quiero decir que también yo guardo confidencialidad y les dedico toda mi atención a ellos.

En cambio en las farmacias la atención es en público, hasta donde yo sé. Posiblemente de ahí provenga la utilización que algunos hemos podido hacer del móvil , estoy de acuerdo en que incorrecta y pido perdón de nuevo.

Si las farmacias, como vengo oyendo recientemente, van a ser cada vez más asistenciales, creo que tendrán que procurar la confidencialidad que los pacientes encuentran en las consultas médicas. A partir de ahí, los clientes se comportarán respecto al móvil igual que en dichas consultas, y además no pasarán vergüenza por consultar sobre algunas cuestiones más o menos íntimas.

Vergüenza

A las listas de cosas a evitar en Twitter que se prodigan por doquier les falta el punto 11: Nunca tuitees fotos de tus pies si no quieres que tus seguidores huyan despavoridos 😉

Quienes me conocen saben que soy algo contradictoria, así que aunque me encanta tener nuevos seguidores (otra recomendación es no pedirlos) y no digamos más lectores, prefiero mantener mi espontaneidad de decir y hacer lo que quiera aun a costa de perderlos. Y eso hice hace unos días, porque mantuve una conversación apasionante con foto y todo sobre lo perjudicados que habían resultado mis pies tras un malentendido, por no decir mal consejo de la farmacia. Y sobre todo por no haber visitado antes los blogs de farmacia que sigo.

La teleconsulta tiene que ser perfecta para la atención farmacéutica. Yo pienso que en vez de este modelo, al que le veo mil pegas, tiene que ser más factible  hacer una consulta one-to-one vía la app conversacional más conveniente con tu farmacia habitual, para pedir consejo sobre cómo tratar problemas poco adecuados para comentar en público. Desde el picor vaginal que anuncian en la tele hasta las hemorroides pasando por la caspa o cualquier otro que se os estará ocurriendo ahora mismo.

Mi teleconsulta habría ido más o menos así:

-Hola, quiero unos pies suaves como la seda para ponerme sandalias sin parar este verano

-Muy bien, y ¿cómo los tienes?

-Fatal !

-Tanto? Enséñame!

-….

-Pero qué exagerada eres, Blanca !

Pásate mañana por la farmacia y recoge la crema que tendré preparada a tu nombre

Confieso que no me resulta cómodo hablar públicamente de mis problemas de bienestar (más que salud en este caso) y estoy segura de que no soy la única a la que le pasa.

Me encantaría que me comentárais si a vosotros también os ha pasado y habéis ido a una farmacia distinta a la habitual para no encontraros con algún vecino, o si habéis evitado consultar algo en ellas alguna vez por pudor.

Para atender a personas que consultan por bienestar y salud, hace falta intimidad , confidencialidad y máxima atención de todos (sin móvil). En la consulta médica y también en la farmacia.

 

9 comentarios en «Vergüenza en la farmacia»

  1. En cuanto a la teleconsulta se refiere, en México hay muchas farmacias que disponen de una consulta médica adosada (pero no comunicada con) a la farmacia. Suelen ser propiedad de la misma farmacia, con varios médicos rotando y con precios que rara vez superan los 2€ al cambio. Te puedes imaginar fácilmente que seguramente para ellos es más barato y confiable ser derivados por el farmacéutico a la consulta de al lado, que no hablar de apps… Sólo 4 de cada 10 disponen de smartphone allí.

    Me consta que en España la normativa permitiría un modelo parecido de consulta médica adosada pero no comunicada con la oficina de farmacia. He visto algunas con óptica, y área de extracción, incluso algunas con un especialista en nutrición, pero hasta ahora, ninguna con un médico.

    Post interesante, como siempre! 😉

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    • Querido Rafa:
      Como siempre, mil gracias por comentar.
      Mi post no iba tanto al interés de acceder a un médico durante la atención farmacéutica, sino a preservar la intimidad que podamos requerir al pedir consejo farmacéutico por alguna cuestión de salud, bienestar o belleza.
      Seguro que esa posibilidad de consulta médica adosada suma en la interacción cliente-farmacia.
      Por más que lo pienso, no logro dar con los motivos para hacer una normativa que permita una consulta médica adosada pero no comunicada con la farmacia. Sus motivos tendrá aunque a mí no se me ocurran.
      Besos

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  2. Hola, Blanca!
    Como siempre, enhorabuena por el post. Aunque me conoces, y ya sabes que siempre tengo un PEEEEEROOO….
    En primer lugar, la ley obliga a que todas las farmacias dispongan de una Zona de Atención Personalizada o ZAP, bien sea en un despacho, gabinete, la rebotica o un mostrador algo más «confidencial». Es cierto que muchos pacientes desconocen que están en su derecho a exigir la atención en esa zona, pero cada vez somos más los farmacéuticos que «derivamos» ciertas consultas a una parte más confidencial cuando lo creemos necesario.
    Pero mi tuit no iba sólo en el sentido de equiparar ambas situaciones (la del médico y la del farmacéutico), porque por supuesto que no todas las dispensaciones son iguales, pero muchos pacientes también pueden no ser conscientes de que el farmacéutico que le atiende tal vez tenga algo importante que comentarle acerca de su tratamiento, como pueda ser no tomarlo con lácteos o tener la precaución de protegerse del sol mientras dure. Son pequeñas pautas que los farmacéuticos consideramos lo suficientemente importantes como para que dejen de hablar por el móvil y nos escuchen pero que tal vez no requeriirían la confidencialidad de una consulta apartada.
    Es más, ya no se trata de la importancia del mensaje que te deba dar el farmacéutico, sino una cuestión de respeto a la persona que tienes enfrente. Lo mismo me daría si esa persona está delante del panadero comprando pan. No me parecería correcto que se pusiera a hablar por el móvil, aunque el panadero no tuviera que comunicarle ningún mensaje que afectara a su salud.
    Por otra parte, te doy la razón en que la consulta farmacéutica debería ser tratada de forma similar a una consulta médica, con su confidencialidad y sus citas y sus salas de espera, (y como sabes que siempre pongo un PEEEEROOO) si así fuera, los farmacéuticos deberíamos cobrar cada consulta y nuestra remuneración no debería de depender del precio del medicamento prescrito pòr el médico. Es cierto que hemos conseguido con mucho trabajo sacar adelante ciertos servicios remunerados pero aún somos quienes hacemos una dispensación informada con consejos gratuitos y una indicación farmacéutica también prácticamente gratuita, máxime cuando el consejo es un simple cambio de hábitos o medidas higiénico-dietéticas.
    Como siempre, ya vuelvo a meterme en camisa de once varas, pero es que me lo sirves en bandeja!!!
    PD: ¿qué tal siguen tus pies?

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    • Querida Irune:
      Pido perdón mil veces. Ayer una buena amiga me dijo que mi post se podía malinterpretar.
      Los farmacéuticos no dáis pequeñas pautas, sino importantes consejos. Podríamos discutir mucho sobre qué es importante en salud. Para mí ha sido importante no poder ponerme sandalias ni ir a la playa por el estado de mis pies, derivado de lo que considero un mal consejo. Están casi bien, mil gracias.
      Lo del móvil es una cuestión de educación: si estamos con alguien merece toda nuestra atención, sea el médico, farmacéutico o panadero. Perdón de nuevo por haber sido maleducada.
      En mi descargo diré que si voy con mi hija de compras, atiendo el móvil. En cambio si estoy comiendo con ella, no lo miro. Con ésto quiero decir que a veces depende más de las circunstancias (equiparo mostrador con gente en farmacia a sala de espera en médico) que de la atención a la información que estamos recibiendo. Mal hecho, repito.
      El respeto, total. Y a todo el mundo. Ahí tengo que decir que he educado a mis hijas en reconocer y respetar el valor de todos los trabajos bien hechos. Nuestro ejemplo de trabajo importante y trascendental sobre la vida de las personas es la limpieza urbana.
      Entiendo que no podáis dar cita, tener sala de espera… Peeeero 😉 creo que todos ganaríamos si fuera más fácil no pasar vergüenza en la farmacia, quizás en esas ZAP que yo desconocía, aunque tal vez en el futuro también vía teleconsulta. Como una posibilidad más.

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  3. Por cierto, sabía que olvidaba parte del comentario de la mañana y que me ha dado error al enviar… Lo de la teleconsulta, muchos animamos a los pacientes a que nos contacten por esas vías, y sin embargo por desconocimiento o por miedo a la seguridad tanto de los datos como del cumplimiento de la LOPD (cuestión de alta protección) aún son muy pocos los pacientes que optan por ello…

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    • Creo que la teleconsulta es una herramienta, un medio de comunicación que puede evitar situaciones de vergüenza en la farmacia. Yo me lo imagino como algo muy ágil, muy accesible. Porque ahora mismo cualquiera puede llamar por tfn a la farmacia y pedir un consejo ¿no? Utilizar la teleconsulta solo sería en realidad una mejora de esa comunicación al poder añadir imagen.
      Si hay miedo, desconocimiento o como dice Rafa, no tienen smartphone, pues no puede ser.
      En el futuro pienso que puede ser un medio que sume a la atención farmacéutica.
      Pienso también que evitaría ventas de productos farmacéuticos por internet. Desconozco el tema, pero apostaría a que hay muchos medicamentos que se compran online para no pasar vergüenza en la farmacia. Los clientes ganarían mucho si esa compra fuera precedida de una teleconsulta farmacéutica.
      El cumplimiento de la LOPD sé que es importantísimo. Pero ¿no es muy contradictorio no poder preservar la intimidad a través de una teleconsulta por su causa, y que lo que esté permitido sea que el resto de clientes se entere de lo que le pasa al que está siendo atendido?
      ¿Es porque la ley protege datos, y lo que no son datos le trae sin cuidado?
      Besos, y mil gracias por comentar.

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  4. Hola, Blanca, de nuevo vuelvo a comentar en tu post porque me acordé de él en una visita a mi centro de salud. Acudí a hacerme una extracción, y mientras estaba esperando a entrar a la sala de curas, ocurrió algo curioso. Una médico salió pitando, gritando a las administrativas que solicitaran una ambulancia para un paciente al que había atendido una enfermera en su domicilio, con nombres y apellidos. El caso es que, sin quererlo, me enteré del domicilio de tal paciente, de su edad, de la razón de la asistencia urgente y hasta de que su edificio no disponía de ascensor, y todo porque la espera para entrar a la sala de curas es en el mismo espacio en el que se encuentra el mostrador de recepción.
    Sin acritud, me recordó a la falta de intimidad en la farmacia de la que hablabas, y creo que eso también se lo tendrían que hacer mirar en algunos centros de salud.

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  5. ESTANDO CON MI MARIDO Y MI HIJO EN LA FARMACIA DE UN PUEBLECITO DE A CORUÑA ENTRAMOS EN LA FARMACIA Y NOS ATENDIÓ UNA FSRMACEURICA DE UNID 30 AÑOS MAQUILLADA HASTA NO PODER MÁS y CON UN MINI VESTIDO QUE AL ESTIRARSE A LAS ESTANTERÍAS DA ARRIBA DE LA VIO EL TRASERO. NO ME PADECIÓ ÉTICO EN PARA ESTAR EN UN ESTABLECIMIENTO COMO ESE. ME SENTÍ MAL Y NO PODRÍA CONFIAR MIS PROBLEMAS DE SLUD A ESA PERSONA QUE PARECÍA MÁS LA CAMARERA DE UNA DISCOTECA QUE LA FARMACÉUTICA.

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    • Muchas gracias por su aportación.
      Nuestro aspecto y nuestra indumentaria produce efectos en quien nos mira. Es una realidad y aunque el tema da para mucho no es el objeto de este post.
      Es importante que los profesionales conozcamos testimonios como el suyo para mejorar.

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