10 ideas de Boston y MIT

Como muchos sabéis, la semana pasada estuve en el Massachusetts Institute of Technology (el mítico MIT que dirían mis hijas) participando en un taller que es parte del programa al que he accedido como finalista de IDEA2 Global con mi equipo. Lo organiza MIT -linq

De allí me traje algunas ideas

 

 

 

 

 

1- Consejos de seguridad en el avión

Es muy recomendable atender al personal de vuelo cuando da las instrucciones de seguridad, os lo digo yo que tuve que salir por el tobogán en un aterrizaje de emergencia  (sin mayores consecuencias que el enorme miedo)

El MIT está en Cambridge, Massachusetts. En un viaje de tantas horas como a Boston, pensé que  además de las instrucciones sobre chalecos salvavidas y demás, estaría bien aconsejar sobre prevención del conocido como  síndrome de la clase turista. Posiblemente el riesgo de padecer una trombosis venosa profunda fuera mayor para algunos pasajeros que el de despresurización de cabina para todos.

 

2- Uber es mejor que taxi

Tiene que ser bastante terrible haberse gastado una fortuna en una licencia de taxi para que los Uber invadan tu ciudad sin tener que hacerse con ella. Pero el sistema, para el usuario, es claramente mejor. Les valoras, asi que cuidan mucho los detalles. Sabes el precio del recorrido de antemano y no tienes que pagarlo en el vehículo. Conoces la matrícula y el nombre del conductor y puedes compartir tu recorrido con quien quieras.

Mis experiencias con Uber fueron buenas y con taxis no tanto. Yo creo que las instituciones deberían reconvertir los taxis en Uber y devolverles lo que pagaron por sus licencias. Quizás sea irrealizable, pero no creo que en el futuro vendan ni una más y creo que habría que dar una salida a los que las compraron, al menos recientemente.

 

3-Entra en las iglesias

En todas partes, porque siempre son especiales y distintas a las de tu ciudad.

Boston es una ciudad preciosa en la que conviven armoniosamente las arquitecturas más modernas y los rascacielos con algunos de los edificios más antiguos de Estados Unidos. Y con zonas tan agradables como las de los barrios del centro de Londres.

King's Chapel Boston
King’s Chapel Boston

King’s Chapel es una iglesia pequeñita con unos  reservados como palcos de teatro, amueblados con unos bancos tapizados en damasco de terciopelo granate y  minúsculas baldas para colocar los libros religiosos.

Sólo entrando un rato puede una tener la suerte, como yo, de escuchar un ensayo de dúo de órgano y flauta.

 

4-Habla con desconocidos

Ne parle pas avec des inconnus era la típica recomendación de las mademoiselles a los niños que cuidaban en el siglo pasado, en sus variantes según el idioma de la institutriz , y un consejo a no seguir en un sitio como un restaurante con solera en Boston.

Así lo hicimos cuando la señora de la mesa de al lado nos dirigió la palabra para entablar conversación y tuvimos el honor de conocer a Pozzi Escot. Nos invitó a su casa, y si no fuimos fue sólo por falta de tiempo.

 

5-Atiende las presentaciones de curso

Ésto ya en el MIT. Lo anterior fue la parte de fin de semana en Boston.

Fundamental para encajar bien lo que vino después.

https://twitter.com/MITlinQ/status/777914356889780224

 

Concretamente esta imagen se hizo imprescindible de recordar durante las sesiones de trabajo que siguieron.

Confieso que me olvidé de ella y hubo momentos de desánimo por mi parte. Nada que no pudiera arreglarse con unas cervezas con el equipo ya de noche y con unos compañeros tan buenos como los míos.

 

6-Bares de pintxos en MIT

La organización estuvo muy bien y nos dieron todo los necesario, pero nos cuadró salir a comer en un momento y fuimos a uno de los food-trucks de la entrada de nuestro College en el MIT. A una velocidad increíble, elegías lo que comerías y te lo colocaban con unos cucharones en una caja de cartón. Luego te sentabas por allí a engullirlo y vuelta a trabajar.

Yo creo que una barra bien surtida de nuestros pintxos haría que se pudiera comer de forma más variada, gustosa y reposada. Ahí lo dejo.

 

7- Trabajo de mayores

En el hotel había un señor muy mayor que se movía con mucha dificultad, trabajando de chico- para- todo. Me hizo pensar en la suerte que tenemos aquí. No recuerdo haber visto a nadie trabajando en esas condiciones.

 

8-Trabajo de pequeños

No eran precisamente pequeños, sino gente muy joven, estudiantes universitarios o aún en edad de colegio que atendían en tiendas, atracciones y restaurantes. Y lo hacían muy bien, todos fueron muy amables. Posiblemente eran trabajos a tiempo parcial (yo los ví en fin de semana)  Me parece que aquí no es fácil encontrar ese tipo de trabajos y eso ya no es tanta suerte.

 

Harvard
harvard

 

9- Muévete

Me llamó la atención la cantidad de gente que ví andando o corriendo con zapatillas, pantalón corto y camiseta, con el móvil y los auriculares.

 

10-Acepta que te lo cuestionen

Me pareció que allí era lo más natural que cuestionaran tu trabajo (con todo el respeto y la amabilidad del mundo) y te hicieran observaciones y preguntas que podríamos considerar incómodas. Pienso que aquí no cuestionamos nada y menos si viene de estamentos «superiores» y es un grave error.

Las preguntas, los «yo no lo veo», las reservas y las críticas hay que recibirlos con la mejor actitud porque sirven para avanzar. Aunque a veces parezca que te hundes 😉

equipo

 

 

Disfruté un montón y aprendí muchísimo. Inolvidable, mil gracias a todos con los que estuve.

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