Ayer pude asistir a la inauguración de Las 1000 caras de la Esclerosis Múltiple, exposición de fotos de Enrique Moreno Esquibel, cuyo trabajo ya conocéis porque es el autor de las fotos de esta web.
Como en todos los trabajos que yo conozco de Enrique, las fotos expresan claramente un mensaje. Para mí, en esta ocasión el mensaje era: tengo una enfermedad y eso no me impide ser feliz.
El buen hacer de la Fundación Vasca Esclerosis Múltiple reunió a personalidades como el Alcalde, el Diputado General y el Consejero de Sanidad del Gobierno Vasco. Cada uno dijo unas palabras y en mi opinión alguno estuvo mucho más acertado que otro, siendo del mismo partido, no es esa la cuestión 😉
Me resultaron especialmente chocantes las palabras que se referían a la esclerosis múltiple como esa cruel enfermedad, o esa enfermedad tan cruel.
Los que me seguís sabéis que creo que el lenguaje tiene más importancia de la que a veces le damos. Sabeis de mi «batalla» para no referirnos a los permisos de maternidad como bajas por sus connotaciones un poco negativas. Asociamos baja con enfermedad, falta de capacidad, relacionada con embarazo y parto, con lo cual difícilmente nos haremos a la idea de que otra persona en lugar de la madre pueda ocuparse del recién nacido. En cambio, permiso de maternidad tiene otro sentido más positivo para encaminarnos a la plena igualdad laboral, en mi opinión.
Por eso creo que es mejor considerar a la enfermedad como una circunstancia negativa a la que tendremos que adaptarnos desde la positividad. Llamarla cruel pienso que no nos ayuda a generar esta actitud.
Y ya, como me he atrevido a hablar de política, termino diciendo que los políticos deben procurar que los ámbitos de su competencia faciliten al máximo el bienestar y la adaptación de las personas en circunstancias difíciles.
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