Navidad de mayores: felicidades y excesos

La Navidad es la fiesta de los niños. Para ellos todo está hecho para disfrutar en esos días. Los mayores también tenemos que pasarlo bien, faltaría más, pero un paciente que acaba de pedirme permiso para darse lo que ha llamado «unas alegrías» dados sus buenos resultados  me ha inspirado este post. Junto con la invitación a hablar de este antipático tema en un programa de radio. A ver qué tal me sale 😉

 

Excesos navideños: Prevención

Se me ocurrió preguntar en Twitter a los farmacéuticos, qué aconsejaban ellos para los excesos navideños, y he recibido muchísimas respuestas con un enfoque que me encanta, hacia la prevención. Lo ideal especialmente en estos casos.

Hay que aportar algo más que «procura no excederte» porque dicho así parece tan fácil como obvio, pero llevarlo a la práctica ya es otro cantar*

Necesitamos herramientas, tips, consejos o como queramos llamarlo para poder llevarlo a cabo. Estos son mis favoritos

1-Planificación

Muy importante. Las comidas/cenas de estos días no suelen improvisarse. Se trata de procurar que las «no festivas» sean lo más ligeras que podamos, organizándolas y planificándolas bien.

2-Concienciación

Sin pasarse, pero no está de más ser conscientes de lo que comemos y bebemos. Sin agobiarse, pero tampoco desmadrarse del todo. Tener preparados algunos recursos, cada cual los que quiera/pueda. Quizás no servirse más de una copa durante la cena, o no comer pan, o (como estamos en familia) servirnos los dulces que vayamos a tomar en el plato y no alargar más el brazo hasta la bandeja

3-Hidratación

A base de agua. Muy adecuado recordar que para calmar la sed, aunque tengamos la copa de brindar preparada, lo adecuado es el agua. Un vaso siempre lleno junto a la copa. Y beber desde antes de comer.

4-Moderación

En unas cosas más que en otras.

No es cierto que haya que comer de todo un poco. Es más acertado comer » poco de mucho y mucho de poco….» y aún mejor:

Mucho de los alimentos de origen vegetal y poco de todo lo demás.

Si no es muy realista indicar moderación en esas fechas tan señaladas, al menos que el punto 1 lo hagamos lo mejor posible.

5-Movilización

Lo típico es cantar o jugar al bingo, al menos en mi casa. Está muy bien, y seguramente es más adecuado que jugar a las sillas musicales. Pero aunque no adelgace especialmente, conviene moverse de la silla o nos dolerá todo. Propongo ayudar a llevar y traer cosas, o simplemente estirar las piernas y acercarnos a charlar con el cuñado de la otra punta de la mesa.

6-Relajación

Una vez tenidos en cuenta todos los consejos anteriores, podemos relajarnos en la mesa 😉

No es que vayamos a engordar x kilos, eso no está muy comprobado. Lo que sí sabemos es que algunas personas regulan muy bien lo que ingieren, y otras en cambio tienen grandes dificultades. Para éstas son las recomendaciones. Los demás casi no las necesitan.

 

Excesos navideños: tratamiento

Aquí me parece especialmente importante el consejo farmacéutico.

Por supuesto lo ideal sería que hubiéramos aplicado tan bien todo lo anterior que al día siguiente nos encontráramos perfectamente y con ganas de hacer un nuevo recorrido para el Club del Paseo

Pero, de la experiencia de años anteriores sabemos que no siempre es así.

Estas son algunas opciones, que no mis recomendaciones.

1-Ibuprofeno

Me dicen que la gente se lo toma en estas mañanas de dolor de cabeza y malestar general.

2-Paracetamol

Otra opción para estos casos.

3-Aspirina

Con café. Otra posibilidad.

4-Omeprazol

Que no es un «protector gástrico» aunque se le llame así hasta la saciedad. Es un fármaco como los demás, con sus acciones y sus efectos secundarios.

5-Famotidina

En la línea del anterior, aunque diferente mecanismo de acción.

6-Antiácidos

Como su nombre indica 😉

7-Fitoterapia: hierbas y plantas en farmacia

Tanto estos productos como  todo lo anterior, como decía al principio, los vamos a comprar en la farmacia.

Es allí y en los numerosos blogs de estos profesionales donde  encontramos la mejor ayuda y el consejo personalizado para abordar estos malos ratos que los excesos navideños nos pueden suponer.

A mí me parece muy adecuado recurrir a sus conocimientos sobre las acciones de las plantas en el organismo para estas situaciones en las que no tenemos una enfermedad propiamente dicha, sino una disfunción.

La farmacia nos da todas las garantías sobre el producto que compramos, algo que no ocurre en las herboristerías.

*Aunque se supone que en la mesa no se canta, yo lo recomiendo porque mientras cantamos no comemos ni bebemos. Ni discutimos 😉 Acordaros de llevar fotocopias con las letras

Felices Fiestas !! A cantar !!

 

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