Niños sin cargas, espaldas sanas

#sinmochilas

Nunca ha sido mi objetivo, pero es una realidad que mucha gente me asocia con el tema mochilas y dolor de espalda en niños.

En la misma semana de mayo 2016 (¿realmente existe la casualidad?) conocí a varias personas que espero se queden en mi vida durante mucho tiempo. Una es la Dra. Eugènia Miranda, que venía a un curso a Bilbao y tiene un amigo que le habló de mí, así que nos conocimos, nos fuimos de pintxos y hablamos de muchas cosas. Entre ellas las mochilas, siendo yo una especie de activista anti mochilas no podía ser de otra manera, una vez pillada una traumatóloga que se deje 😉

A las dos nos preocupa el tema aunque le damos enfoques un poco diferentes.

Las dos hemos buscado artículos, ya sabéis, estudios para poder hablar desde la «evidencia científica» y hemos recordado que la práctica de la Medicina basada en la Evidencia engloba estudios, y también experiencia e incluso sentido común. Según el asunto de que se trate, más importante que todo lo demás.

Un símil muy claro: imaginemos que le damos a un niño muy inapetente cada día un microchupito de una bebida alcohólica vintage, tipo la Kina San Clemente u otro licor destilado por entrañables monjes o monjas de clausura fuera de toda sospecha.

Si estudiamos resultados sobre función hepática o rendimiento escolar en grupo con microchupito y grupo sin microchupito, perfectamente podemos encontrarnos sin diferencias significativas Fisiológicamente es posible. Pero hoy en día a nadie se le ocurre ( y está muy bien) dar ni una sóla gota de alcohol a un niño. Por mucho tanino y saponina que tenga 😉

Yo soy de la época de las quinas de santos y nadie llevaba una mochila en mi cole. Colocábamos en el antebrazo el clasificador y algún libro y no hacía falta más.

Ahora lo hacemos mejor con los niños respecto a qué bebidas no darles pero en transporte de material al colegio estamos peor.

Es increíble que en plena era tecnológica los niños necesiten ir cargados como mulas al colegio. Tenemos que poder hacerlo mejor.

No se trata de llevar la mochila así porque es menos malo que de esta otra manera o con menos del 10% del peso corporal porque hace menos daño que con más. Se trata de no llevar nada sobre la espalda en la actividad cotidiana escolar de los niños.

Sé que quizás sea mucho pedir, pero sé también que el problema del dolor de espalda en edad adulta (más frecuente si lo tuvieron de niños) tiene unas enormes dimensiones.

Y sé que se puede. Apuntaré algunas ideas:

 

 

1- Utilicen las versiones electrónicas que se adquieren junto con el libro de texto. Los niños pueden dejar el libro de papel en el cole y en casa utilizar (poco) el ordenador. Si no hay ordenador en su casa, quizás los medios existentes deberían destinarse a dotarles de ellos.

 

2- Aulas con pizarra electrónica y normal, en la que el profe puede proyectar lo que aparece en el libro y explicarlo. El niño puede repasar lo que se explica en su libro de papel, que se queda en clase.

Si tiene que volver sobre ello en su casa, lo tiene en el ordenador y en los papeles del clasificador.

 

Yo imagino niños yendo cómodamente andando, en coche, bici o autobús al cole. Llevando un clasificador con unas pocas hojas; un estuche con pinturas, lápiz y un par de bolis; una fruta y un bocadillo chiquitín.

 

En vez de adaptar la espalda para soportar la carga, eliminemos la carga para que la espalda no tenga que soportarla.

 

Más en mi blog sobre el tema Carta a los profesores. Asunto: mochilas

Agradecimiento especial a la Dra. Mónica Lalanda por sus magníficos dibujos

 

 

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