Diario antaño y hoy blog
De niña me regalaron un diario en piel roja, con los cantos de las hojas en dorado y una cerradura microscópica con llave y todo que guardé durante años como una joya. Por suerte creo recordar que hace tiempo lo tiré. Y digo por suerte porque seguro que si lo leyera ahora me daría bastante vergüenza 😉
Esto es un blog, un diario, con las características propias de la era TIC en la que querámoslo o no, todos estamos metidos. Básicamente consiste en que en vez de tener lo que escribo oculto bajo llave, he decidido que esté a la vista de todos. Este todos va desde cero personas hasta la totalidad de los seres humanos con acceso a internet. Y puede que también robots y otros tipos de máquinas.
A pesar de la potencialidad de su difusión, mi blog sigue siendo mío, privado. No cobro por que me lean, y nadie me paga por escribirlo. Tampoco tiene una función de difusión oficial, como un boletín de alguna asociación ni mucho menos un periódico en sus versiones convencional o digital.
La Dra. Lalanda ha escrito sobre la organización de su trabajo y sus jefes en su blog. Para mí, salvando las distancias, es como si yo hubiera escrito en aquel diario rojo :
«La Señorita Puri es muy mala y me ha puesto un 6 porque me tiene manía. Es tonta».
Además de injusta y tonta, la Señorita Puri es una cotilla y no hay nada más tentador para ella que un diario de niña mal cerrado. Al agravio de leer lo que opino sobre ella, encuentra su trabajo cuestionado y eso ya no lo puede tolerar.
Le falta tiempo para contárselo a la Madre Superiora, que sorprendentemente se muestra muy comprensiva con las dos.
-Señorita Puri, tenga en cuenta que Blanquita es una niña. No se ofenda usted por lo que opine sobre su trabajo.
-No, si no me ofendo. Pero es intolerable y se merece un castigo ejemplar. Además he visto cómo les enseñaba a las demás niñas el diario. Todas lo han leído y lo han estado comentando. Habría que expulsarla.
-Puri, tampoco podemos castigarla así, como si la hubiera criticado a usted en la Revista del Colegio. No es lo mismo y hay que tratar la cuestión de otra manera. Déjeme a mí.
No voy a entrar en la cuestión denunciada por la Dra. Lalanda. No conozco el tema y mi opinión no tendría valor.
Lo que pienso es que a lo escrito en un diario particular o blog debe dársele un tratamiento distinto a lo publicado en un medio cuya finalidad y razón de ser es la comunicación pública, como periódicos revistas o boletines oficiales. Independientemente del número de receptores al que lleguen unos y otros. Y al margen de la dolorosa reacción que haya podido causar.
Y pienso también que la comunicación online ha llegado para quedarse, y requiere un cambio de actitud por parte de todos. Aprendí en el MIT que para avanzar hay que tener una actitud abierta y libre de suspicacias frente a otros, ya sean compañeros, jefes o colaboradores, sin distinción.
Para avanzar hacia el mismo objetivo hay que cuestionarlo todo y trabajar en equipo.