Medicina, tecnología y salud

         Cuestión de actitud               

 

Este fue el título de la charla que di recientemente a petición de la Asociación Vasca de Estudiantes de Intercambio de Medicina. Fue un placer hablar con gente tan atenta e interesada en el tema.

Como soy mucho más mayor, les conté mi batallita.

 

Hace muchos años, cuando hablar por el móvil estaba muy mal visto, había un anestesista que prefería que le sonara el busca en el metro, bajarse en Astrabudúa o en Getxo y buscar una cabina desde donde llamar, a que le sonara un móvil.

 

Con ésto quise introducir mi mensaje sobre tecnología, medicina y salud.

No pienso que necesitemos nuevas tecnologías, ni herramientas muy disruptoras sobre las que ya existen. Pero sí creo firmemente que se imponen nuevas formas de hacer.

 

Y de qué se trata

 

La Medicina de precisión, el Big Data, la evidencia del mundo real, el internet de las cosas…Todo eso lo veo como algo en lo que estamos inmersos y que afectará a nuestro trabajo futuro, sobre todo al de los jóvenes estudiantes a los que hablé. Hay médicos, ingenieros y otros profesionales trabajando en ello. Y en el futuro gracias a ese trabajo, la atención médica será más personalizada, según las características clínicas y genéticas de cada uno y por tanto mejor. Se cumplirá el aforismo de Claude Bernard: no hay enfermedades sino enfermos, porque cada uno tendrá determinado su perfil, como si todo fueran enfermedades raras y cada cual tendrá la suya propia.

Pero ahora mismo, tenemos tecnología ya muy presente en nuestras vidas que en mi opinión estamos desaprovechando.

 

De innovación

La semana pasada estuve en un curso en el Colegio de Médicos, en el que una asistente dijo que en las consultas con menos presión asistencial se obtenían mejores resultados en dolor de espalda porque se podía dedicar más tiempo a explicar los ejercicios que debían hacer a los pacientes.

Al oirla se me ocurrieron algunas formas más eficientes de hacerlo:

 

-Un vídeo elaborado por ella misma explicando esos ejercicios. Se puede hacer de una forma sencillísima desde el móvil. Y se le puede dar al paciente como enlace dentro de la página web de la consulta, o como código QR, o simplemente diciéndole que busque en el canal de esa doctora en Youtube.

 

-Más fácil aún: buscar vídeos que ya existan con los ejercicios que quiere que hagan.

 

Así los pacientes pueden ver el ejercicio las veces que quieran y desde donde les resulte más cómodo. Ellos o sus familiares o cuidadores. Además, así el ejercico estará perfectamente explicado, sin posibles errores u olvidos por parte de la doctora, que habrá tenido que describirlo una sola vez.

 

Relación médico-paciente aumentada

 

Como la realidad 😉

Un uso de la tecnología como éste que describo no elimina la relación médico-paciente. Permite que sea de mejor calidad, al dejar tiempo libre para lo que no se puede hacer de otra manera.

La tecnología no sustituye el encuentro entre médico y paciente: se suma.

La clave para mí está en utilizar tecnología siempre con una clara finalidad: que ayude. Como el móvil al anestesista de la historia.

Y que no suponga más trabajo. Como el vídeo a la doctora del público del curso de columna vertebral.

 

 

Lo más importante, como en casi todo, es la actitud. Abierta a hacer las cosas de otro modo, nuevo y ante todo mejor.

 

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