Sobre pública y privada es el título de la última entrada del blog de Elena Armas, una estudiante de Medicina a la que tuve el placer de conocer en el hackaton . Su equipo presentó un proyecto buenísimo por cierto, lo digo como experta en salud, aunque quizás otros factores ligados con otras disciplinas estuvieran menos cuidados. No lo sé, no es lo mío.
En su entrada, Elena apoya que no se deje hacer prácticas en hospitales públicos a estudiantes de medicina privados, porque el fin último de las facultades privadas es obtener beneficios, y lo estarían haciendo gracias a capital público.
Como acabo de decir, el tema finanzas no es ni de lejos lo mío, que no tengo ni idea, vamos, pero se podría decir quizás, que esos estudiantes privados también contribuyen a ese capital público con sus impuestos y además no hacen uso de él porque van a la privada. Personalmente me interesa más quién sale perjudicado y quién beneficiado con la medida.
Desde luego que como apunta Elena, es fundamental que los pacientes no sean atosigados por los séquitos de alumnos que llevan los profesores. Pero los estudiantes privados tendrán que hacer también prácticas para formarse.
Fue el Ministerio de Educación (público) quien otorgó a las facultades privadas la capacidad de impartir el Grado de Medicina. Ahora no debería limitarles los medios para ello que en su día otorgó.
Y los estudiantes accedieron a esos estudios con unas condiciones que se van a ver sustancialmente modificadas con esa prohibición. Tampoco entiendo de derecho, pero yo diría que para ellos es una estafa.
El apunte en los comentarios de que la prohibición ha sido por un tema personal, me parece que si es cierto debería llevar a la restitución inmediata del acuerdo como estaba y a la destitución de quien lo ocasionó. Qué vergüenza, servirse así de las instituciones de enseñanaza, encima perjudicando a terceros. Si no es un delito pienso que debería serlo.
Mi próximo post también irá de pública y privada.