Vending saludable
Emma me dijo una vez que yo raramente hablo de política, y realmente creo que es así. De todos modos, la política forma parte de nuestras vidas, por muy al margen que nos consideremos o todo lo apolíticos que queramos ser.
Este artículo habla de enfermedades, médicos, sociología y política. Dice con cierto tono de crítica que en Occidente la Medicina se dedica a detectar problemas y arreglarlos, y en este sentido ha coincidido con la visión en mi opinión muy acertada, de no considerar la salud como el bienestar subjetivo y objetivo en ausencia de enfermedad, sino como la gestión y superación de obstáculos en las esferas física, psíquica y social de las personas.
Como explicaba aquí, los ciudadanos debemos exigir de las políticas y las normas que rigen nuestra vida, que nos faciliten o al menos no obstaculicen nuestra gestión de los retos en salud.
En unos casos las acciones serán muy evidentes, como las encaminadas a eliminar barreras arquitectónicas para las personas con problemas de movilidad. Pero en otros pueden ser más indetectables pero igualmente importantes y exigibles.
Es contradictorio realizar campañas y estrategias contra la obesidad para tratar de parar la epidemia de sobrepeso en la población, permitiendo al tiempo que en lugares como los centros educativos la comida ofertada no solo no favorezca que se sigan las recomendaciones, sino que las dificulte por no decir claramente que las impide. Tampoco es muy coherente prescribir Vida Saludable desde un estamento y que el cumplimiento terapéutico no se facilite desde los entornos en los que se desarrollan las actividades de las personas. Quien más lo necesita es a quien más le cuesta hacer elecciones saludables.
Os presento la iniciativa vending saludable de Gosasun