Las causas de la obesidad
Reedición de ¿Quién tiene la culpa de la epidemia de obesidad?
Asistí a la conferencia ¿Se puede prevenir la diabetes? de John Wilding en el ciclo de la FBBVA sobre las principales causas de muerte hace ya un par de años. Desde entonces he visto y oído bastante más.
¿Por qué una epidemia de obesidad?
En el pasado las epidemias eran de infecciones. Ahora son de enfermedades no transmisibles, como la obesidad: exceso de grasa con efectos nocivos sobre la salud.
Afecta a todos los países del mundo, el paciente global del que se ocupan los epidemiólogos. En los últimos 30 años, como consecuencia principalmente de la revolución en la industria alimentaria, su prevalencia ha aumentado muchísimo.
La industria diseña comida para que consumamos más calorías de las necesarias. Solo con comer 100 calorías más al día, en cinco años habremos ganado 26 kilos más de peso: es muy fácil convertirse en obeso.
Las consecuencias de la obesidad sobre la salud son enormes (diabetes, depresión, ansiedad, problemas en embarazo, mecánicos, cáncer…). También supone costes elevadísimos y en constante aumento a nivel mundial.
¿Cómo tratar la obesidad?
No es culpa del paciente. Eso lo primero. La solución a largo plazo necesita cambios en la sociedad, sobre la comida y el medio ambiente físico.
Artículos como éste, en el que los que opinan parece que o no lo saben, o tienen interés en defender a la industria alimenticia, no contribuyen a mejorar la situación.
No está bien culpar a la inactividad física de los niños, similar ahora a la de hace 20 años en los que la prevalencia de obesidad se ha disparado.
A nivel individual, el éxito es bajar el peso y además mantenerlo durante años.
El problema principal radica en el control del apetito, regulado por una serie de hormonas que actúan a nivel cerebral. Así que el abordaje pasa por el soporte psicológico necesario para lograr cambios en comportamiento, actividad física que no sirve para bajar peso pero sí para mantener, e investigar en biología y fisiología para conseguir nuevos fármacos, seguros y eficaces. Sin descartar la cirugía eligiendo bien los pacientes.
Lo que se consigue es mucho más que bajar peso. Cuando se pregunta a los pacientes, lo que dicen es que mejoran todos los problemas: ánimo, discriminación, dolor… Sin duda merece la pena el esfuerzo.