Guerra al zumo

Al zumo de naranja, porque el de limón gana adeptos a pasos agigantados. Tiene que ser en el desayuno y no sé si además en ayunas y con agua templada, para que surta su supuesto efecto neutralizador de mutágenos y cancerígenos, ahí es nada.

Cómo nos gusta la magia. Es una pena que nuestro organismo, pobre o maravilloso, que de las dos maneras se puede ver, responda a las leyes científicas de la física y la química en vez de a la magia alcalinizadora que tanto atrae. Qué se le va a hacer

 

 

No me gusta el zumo de naranja

De niña debieron obligarme a comer naranja porque le tengo una especie de fobia, y soy todo menos maniática con la comida. Mi padre me preparaba lo que llamábamos «naranja en zumo», que consistía en darle unos buenos golpes (somos navarros, imaginároslo) contra la mesa, hacerle un agujero y succionar el zumo que salía. Un crimen, vamos.

 

 

¿Zumo no, fruta sí?

Hace poco tuve que intermediar sobre este asunto con una pareja de amigos, a petición de él

 

Blanca,¿verdad que es bueno que me tome un zumo de naranja en el desayuno, que me encanta?

Mi mujer dice que me tome la fruta entera

 

Hay muchos refranes que no entiendo bien, como el de lo mejor es enemigo de lo bueno. Pero me parece que aquí viene al caso.

Al margen de índices glucémicos y otras consideraciones de posible interés en caso de patología o enfermedad, un zumo de naranja equivale a una de las raciones de fruta diaria. Bien entendido que sólo a una, es decir, tres zumos o veintisiete al día siguen equivaliendo a una sola de las cinco raciones de fruta y verdura diarias recomendadas.

 

¿Seguro que es realmente mejor?

Es mejor tomar la fruta entera, dicho así en valores absolutos. Pero para mi amigo que disfruta su zumo, lleva una dieta mediterránea bastante convencional y come fruta y verdura a diario, lo deseable es que siga disfrutando el placer de su zumo mañanero. No seré yo la amiga médico que se lo quite.

Es mejor no exprimir el zumo para sacar todo el provecho a la fruta y los nutrientes de la naranja, pero para ese niño que disfruta su zumo apresurado antes de ir al cole y toma otras frutas durante el día, es preferible en mi opinión dejarlo así.

Es mejor desayunar una fruta entera que su zumo, pero salvo unos amigos que tienen una criada filipina que les prepara sin pedírselo macedonia de fruta todas las mañanas (confío en que no le ponga azúcar ni otros aditamentos) gana en practicidad la opción del zumo.

«Es mejor así, que tiene más vitaminas» es una idea que no tiene por qué tener excesiva fuerza entre nosotros. Ya comemos suficientes vitaminas, y aunque andemos más escasos de fibra, en mi opinión no es hasta el punto de dejar el zumo del desayuno, especialmente si lo tomamos con pulpa, como debe ser.

 

¿Por qué esta guerra al zumo?

Una cosa está clara: mientras hablamos de zumo, dejamos en paz a otras bebidas que esas sí que no deberían tener cabida en nuestra dieta habitual, y no digamos en la de los niños. Tendría gracia que los padres se pusieran otra batalla más en el desayuno con comer fruta entera en vez de zumo,  y que luego le dieran al niño una coca-cola para merendar.

 

 

Zumo de naranja no es fruit juice, en general

Cuando algo choca con lo que tengo entendido , me encanta tratar de comprobar o averiguar qué más hay. Ya conté por aquí que hay que cuestionarlo todo.

Y esta vez he dado con que detrás tenemos las recomendaciones de la Sociedad Americana de Pediatría. Y me las he leído a salto de mata, pero en su totalidad.

Aunque soy la primera en concederse licencias a la hora de extrapolar circunstancias americanas a las nuestras (como con los dolores de cabeza o el lumbago) la verdad es que  entre un fruit juice en USA y un zumo de naranja en tu casa en España, la diferencia de concepto es grande de verdad.

Todo lo que allí he leído (desde el contenido en sorbitol del fruit juice hasta la costumbre de llevar al niño succionando un biberón con esas bebidas) ha reforzado mis ideas previamente expuestas.

 

Nosotros sigamos tomando el delicioso zumo de naranja de las mañanas. Por supuesto que si es con pulpa, mejor.

 

 

4 comentarios en «Guerra al zumo»

  1. Gracias por añadir claridad y sentido común a un debate que probablemente se nos está yendo de las manos.
    Solo añadiría a tu estupenda entrada una matización: la ración. Un zumo casero fácilmente puede contener tres o cuatro naranjas, una ración de fruta muy superior a la que una persona normal ingiere en una sola toma. En mi modesta opinión, este y no otro es el principal inconveniente de los zumos frente a la fruta. El que de ingiera más fibra o se consuma más lentamente también son ventajas, pero ya muy marginales.
    El zumo de 1 naranja tiene unas propiedades nutritivas muy similares a 1 naranja ¿No se podría centrar el debate en este aspecto?

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    • Hola!
      Estoy de acuerdo contigo. Hay otro aspecto que no hemos tratado que refuerza tu punto de vista: el precio. No cabe duda de que es un factor que puede ser muy importante, dadas las diferencias que hay (por desgracia) entre la fruta y otros productos alimenticios.
      Muchas gracias por tu matización, por pasar, por comentar y por todo.
      Hasta pronto

      Responder

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