Cinco mensajes a pacientes que se van

Relación médico paciente

La comunicación médico paciente tiene sus características propias. Estaba recordando la genial carta (ver página 6 del enlace) de la Dra. Mónica Lalanda sobre sus comienzos en Inglaterra, cómo me reí con su relato sobre la paciente que se fue, impagable, gracias Mónica. No me refiero a los pacientes que se nos van definitivamente, sino a los que dejan de venir a nuestra consulta.

 

1-No temáis si no os habéis tomado lo que se os dijo

Queridos pacientes: Cuando ponemos un tratamiento es para que lo cumpláis, pero los médicos somos muy comprensivos con eso. Muchas veces os oigo decir: Cómo voy a volver donde no sé quién, si no he hecho lo que me dijo…. Pues que sepáis que no era la idea pero siempre estamos dispuestos a ver qué pasó y a retomar el tema.

2- No temáis si no habéis adelgazado ni os habéis puesto a hacer ejercicio.

También con esto nos hacemos cargo de que fácil no es. No quiero decir que no pasa nada, que nadie me malinterprete, pero sí que todos debemos darnos una nueva oportunidad: ver qué pasó, por qué no lo hemos hecho bien… Quizás olvidamos hablaros de @clubdelpaseo o @esportirev

3- Saludadnos por la calle.

Si queréis, claro.

Una vez más, desde la atalaya efímera de mi premio (no se me ocurre nada para superar esta metáfora, eché el resto ahí ) puedo presuponer que a muchos médicos nos pasa a veces que le decimos a un paciente que vuelva al de x tiempo, porque queremos saber cómo está y cómo le ha ido con nuestro tratamiento, y no vuelve a aparecer.

Cuando me encuentro a alguno de éstos, me dan muchas ganas de pararle y preguntar: ¿Estás bien? ¿Seguiste el tratamiento? ¿Te está viendo otro médico? Confieso que me encantaría saberlo, y no puedo evitar preocuparme y acordarme de ellos sea lunes o domingo, pero por timidez o convencionalismo social nunca pregunto. Confío en que lo más probable es que hayan ido a otro, pero el caso es que me quedo sin constatar que la evolución ha sido buena.

4- Siempre estamos a vuestra disposición

Y no es una frase de compromiso.

Acabo de hablar con alguien que hace tiempo no solo se fue, sino que volvió para decirme que mi colega sí que le había atendido bien, no como yo que no había hecho algo, no recuerdo detalles.

Ahora necesita algo de mí y me ha agradecido mi generosidad. Hombre, pues ninguna. Es lo normal. Como cualquiera, tengo mi corazoncito y me dolió la ocasión anterior, pero si consideró que mi colega le atendió mejor no tengo motivos para no creerlo, aunque me quedé con las ganas de aclarar mi actuación.

5- Volved cuando queráis

La relación médico-paciente, terapéutica en sí misma, en su vertiente afectiva está bastante desquilibrada hacia vuestro lado . Los médicos toleramos muy bien que los pacientes nos dejéis por otro y que luego queráis volver. Nos duele como a cualquiera, pero nos hacemos cargo y nunca nos puede nuestro orgullo ni nos dejamos desalentar por el amor propio herido.

Y si no ha habido un tercero sino que simplemente nos habíais dejado un poco de lado, bien también.

 

Los médicos estamos para ayudar.

8 comentarios en «Cinco mensajes a pacientes que se van»

  1. También están los que se marchan porque no queremos hacer lo que ellos dicen… no conseguimos hacerles ver que nuestra negativa es lo mejor para su salud. Porque no todo el mundo busca a un médico en la consulta del médico.
    Esos también espero que acaben volviendo, porque hayan entendido que su salud no es negociable.
    Muy chulo el post, ¡gracias!

    Responder
    • Hola Maria José,
      Los que se marchan…
      Esto es un blog, un diario, pero lejos de ser íntimo o personal, es exactamente lo contrario. A veces, como ahora, no soy muy consciente de eso.
      Voy a confesar que creo que impongo poco, y me ha pasado varias veces que como dices, no he hecho lo que alguien quería. Bueno pues no sé si seré la única a la que le han vuelto para decirme que fueron a otro médico a continuación (de prestigio y renombre) y éste sí que les dió el tratamiento que querían.
      Se me queda una cara de tonta… Pero vamos, que tampoco pasa nada. Es normal que ante una misma demanda de atención cada uno nos plateemos respuestas diferentes y todas son igualmente válidas.
      Muchísimas gracias a ti.

      Responder
  2. Muy bueno. Seguro que hay más cosas que decirles, pero siempre empezando, yo intento siempre que se sientan delante de mi, con «en qué puedo ayudarle».

    Enhorabuena.

    Responder
  3. Los médicos no nacemos aprendiendo a comunicarnos con los pacientes, a mostrar empatía, a tranquilizarles…excepto la empatía, que se tiene y se va desarrollando durante nuestra carrera profesional, hay una serie de habilidades que adquirimos y perfeccionamos con el tiempo.

    Los pacientes no saben esto. O se han encontrado con otros médicos con sus habilidades por desarrollar y temen que seamos iguales. A mí me han rechazado por «novata», porque preferían que les atendiera un médico «con más experiencia que esta niña», mientras que otros pacientes han preferido que les atendiera yo porque «me entero mejor con esta médico».

    También están los que no se ven como pacientes sino como «clientes» de un sistema de salud. Y si no satisfaces su demanda, pues a otro se van. Es el caso que comentáis vosotras. Lo peor: que haya compañeros que por cansancio, apatía o lo que sea, accedan a darle todo lo que quieran.

    Responder
    • Muchas gracias Sophie
      Hay actitudes y conductas que se pueden aprender, y hay quien parte con una buena base de empatía.
      Hace poco estuve en una jornada sobre El paciente difícil, y la conclusión fue que nunca es el paciente lo difícil, sino la relación. Un poco como lo de «no eres tú, soy yo» 😉
      También pienso que todo se lleva mejor desde la madurez, que no es sino haber superado decepciones. Indefectiblemente conlleva un tiempo más o menos largo de ejercicio de la profesión.

      Responder
  4. Muy buen post, Blanca. Hace un tiempo escuché una frase que decía que cuando el paciente entra en un hospital, en la puerta deja su dignidad. Yo le añado que, como expresas tú, el profesional debe dejar en la puerta su vanidad. Y dejar en la puerta su vanidad no significa perder autoridad o capacidad. Como hablábamos ayer, en estos tiempos que corren la autoridad uno se la debe ganar LIDERANDO una relación de confianza, comprensiva, y que fomenta que el paciente participe en todos los niveles. Gracias!

    Responder
    • Me gustó mucho tu ponencia, y me encantó tu visión del liderazgo en la relación médico-paciente.
      Aunque te extrañe, me cuesta creer que haya médicos vanidosos porque como también dijo ayer la Dra. Ana Casas, nuestros mejores maestros son los pacientes. Y añadió que la Medicina combina el manejo de la incertidumbre con el arte de la ciencia. Manejando la incertidumbre con las enormes limitaciones que ello conlleva, y las no menores también limitaciones a conocer lo que hoy en día abarca la ciencia médica, complicado ser vanidoso. Yo creo que quizás se confunda con vanidad una especie de pose para mantener distancias necesarias a veces. O la simple falta de habilidades comunicativas.
      Aunque hay gente pa tó 😉 Yo de verdad que no conozco médicos vanidosos.
      Pero no entremos en otro debate/discusión como el de ayer y la responsabilidad en la gestión de la propia salud, aunque es muy interesante y da mucho juego 🙂
      En general, muy de acuerdo con tu comentario y aún más agradecida.
      Saludos

      Responder

Deja un comentario

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies