Homeopatía en 10 ideas

No sé qué ha pasado últimamente, que se  ven ideas sobre homeopatía en todas partes. Quizás sea por la anulación del Máster de la Universidad de Barcelona, o tal vez eso haya ocurrido dentro de un estado de opinión que ha difundido la idea de que la homeopatía no tiene validez.

 

 

1-La homeopatía no tiene ciencia detrás

Si nos atenemos a la acepción de conocimientos comprobables experimentalmente, no la tiene.

Su existencia en el momento que vivimos en cuanto a conocimientos científicos es realmente anacrónica.

2-No hay evidencia científica de su efectividad

Los ensayos que intentan documentarla no lo consiguen. Pero si en lugar de tratar de ver un efecto clínico buscáramos un resultado que podríamos llamar de complacencia o autopercepción de salud, que el usuario se sienta mejor después de utilizarla, quizás (no lo sé) se obtendrían otros resultados.

3- A los pacientes lo anterior les da igual

En mi experiencia así es. Conozco personas con estudios universitarios de ciencias experimentales que incomprensible y fascinantemente para mí, son usuarios de homeopatía. Ésto desmonta la idea de que haya que educar en que no hay ciencia que soporte la homeopatía. Los que lo saben siguen recurriendo a ella.

Debe ser otra cosa.

4-La práctica de la homeopatía está muy extendida

Así es, en los países de nuestro entorno. Parece que tanto en zonas con máximos niveles de educación y bienestar como en las de mínimos, aunque por distintas razones, la población recurre a éstas y otras prácticas alternativas. Por ilustrarlo, un 41% de los pacientes de esclerosis múltiple españoles recurren a ellas, frente a un 82% de los australianos. Y la tendencia es ascendente.

5- La OMS favorece su utilización

Aun reconociendo su falta de base científica, un organismo como la Organización Mundial de la Salud, fomenta su utilización por sus » posibles beneficios» sobre la misma.

Podremos desconfiar de las autoridades sanitarias, pero es destacable el hecho de que sean partidarias de estas prácticas médicas complementarias o alternativas. Aunque consideremos que están equivocadas, reconocen y documentan una realidad existente visibilizándola.

6- El sitio de la homeopatía no es la Universidad

Puesto que no hay ciencia detrás, pienso que no puede impartirse en  ámbito académico. Sería incoherente que en un lugar con microscopios y laboratorios se enseñen al mismo tiempo diluciones de tinturas madre.

7- El sitio de la homeopatía son los Colegios de Médicos

Como la homeopatía es y está, propondría que solo la practicaran médicos.

A la propia OMS le preocupa su práctica inadecuada, por sus potenciales y evidentes riesgos. En manos exclusivamente de médicos, los diagnósticos serían adecuados y los riesgos mencionados desaparecerían.

8- El coste de los tratamientos homeopáticos nunca correrá a cargo del sistema de salud público.

Dado que no ha probado sus efectos, el dinero público no puede emplearse en estos tratamientos.

Se haría imprescindible explicar a la ciudadanía los motivos de la no financiación.

9- Los médicos debemos difundir su carencia de toda base científica.

Los médicos alopáticos, quizás debería decir, pero es un nombre que no me gusta nada.

Personalmente no consiento que se atribuyan efectos beneficiosos a la homeopatía cuando un paciente sigue un tratamiento médico a la vez.  Se lo explico muy claro, asumiendo que pueden creerme o no.

10- Política y vida saludable es la solución

La OMS busca librar al mundo del enorme gasto que el aumento de enfermedades crónicas va a conllevar irremisiblemente. Pero yo creo que  lo hace en una forma equivocada. En vez de enfrentarse a sus causas, trata de derivar la solución a las medicinas alternativas, aun conociendo su carencia científica. Es incomprensible que ese mismo organismo marque directrices en otras cuestiones de salud basándose, esta vez sí, en evidencia científica.

Si yo dictara las estrategias de la OMS, en lo que invertiría es en políticas que procuraran entornos de vida saludable a las personas. Hay mucho que hacer ahí porque la tendencia salvo excepciones, es a lo contrario.

 

 

8 comentarios en «Homeopatía en 10 ideas»

  1. (Casi)perfecto.

    Salvo que yo creo que si no sirve para nada, que unas hierbas inutiles las de un medico o un curandero me da igual.

    Lo que no debe es venderse nada que sea perejudicial, ni médicos ni curanderos.

    Gracias.

    Responder
    • Hola Rafa

      No es muy correcto que mezclemos (yo la primera) homeopatía con hierbas. De éstas se han extraído muchos de los principio activos presentes en los medicamentos que utilizamos, lo que pasa es que los médicos apenas tenemos formación en fitoterapia. Eso no significa que no exista, como fito y también como terapia.
      Los que sí que tienen esa formación son los farmacéuticos, así que yo pondría en sus manos la prescripción y dispensación de hierbas como dices, sin dudarlo un ápice.
      Entre un médico y un curandero utilizando medicinas alternativas hay una diferencia fundamental y se refiere precisamente a lo que aludes como algo que sea perjudicial. El médico no va a utilizar un tratamiento perjudicial mientras que en el caso del curandero es perfectamente posible.
      El médico homeópata va a hacer un diagnóstico tan correcto como el que pueda hacer un médico alopático(les pregunté y utilizan pruebas diagnósticas igual que nosotros)mientras que el curandero no tiene la capacitación ni obviamente la acreditación para hacerlo.
      Y no solo el curandero. Hay otros como biólogos haciendo intrusismo puro y duro, que no sé si es peor.
      A mis pacientes cuando me dicen que van al homeópata les doy dos consejos: que se aseguren de que es un médico, y que procuren no darle mucho dinero.
      Un beso, muchas gracias por comentar 🙂

      Responder
  2. Un pero en el punto 7. Que sea y esté no significa que tenga que estar. Si no sirve, ni se recomienda ni se utiliza.
    Y otro pero en el punto 9. Los profesionales de la salud debemos difundir su carencia de toda base científica, no sólo los médicos (sin pretender la tan traída lucha de rangos sanitarios, no me va).
    Un beso.

    Responder
    • Hola Pili!

      No sirve, pero los pacientes creen que sí.
      Y lo creen aunque hayan estudiado una carrera en una facultad de ciencias en la universidad. Es muy curioso.
      No sirve según para qué. No tiene ninguna efectividad, pero ¿los pacientes se sienten mejor recurriendo a la homeopatía que no haciéndolo? Para mí, esa es la pregunta cuya respuesta habría que conocer y estudiar.
      Cuando digo médicos hablo indistintamente de médicos, enfermeras, ellos, ellas… Es una licencia que me permito aunque no sea lo más correcto. Lo expliqué aquí. También entiendo que no se lo haya leído o lo recuerde todo el mundo 😉
      Un beso guapa 🙂

      Responder
  3. Pienso como tú Blanca. Resulta cuanto menos curioso el auge de la homeopatía en pediatría y en embarazadas¡¡ Quizá el «ajo y agua» resulte inaceptable para padres y sobretodo madres, y la homeopatía como alternativa al mismo no esté tan mal. Como sanitarios debemos fomentar el deseo de curación de un enfermo, es la mitad de su salud. Séneca era mente privilegiada¡

    Responder
  4. Hola Carmen!
    No sabía lo de las embarazadas. Seguramente tiene que ver con lo que mencionaba antes sobre la complacencia.
    A mí lo que me interesa es cómo fomentar la motivación de los pacientes, porque lo de cambiar de hábitos lo veo tan difícil…
    Pero me voy del tema.
    Qué hacer ante un paciente al que el Asieslavidix/ajo y agua le resulta inaceptable? Pues supongo que hacemos lo que podemos. Pero ahora mismo recuerdo a los que fueron a otro médico que sí les dio medicación y volvieron para contármelo y explicarme que aquel sí que prescribió lo adecuado, sí que lo hizo bien. Me ha pasado desde con antibióticos hasta antidepresivos pasando por varios más.
    Buscaré a Séneca! 😉 Gracias por eso y por pasarte y comentar
    Un beso 🙂

    Responder
  5. Casi de acuerdo, admirada Blanca.
    O no.
    Artículo 26 del Código Deontológico de la Organización Médica Colegial:
    «1.‐ El médico debe emplear preferentemente procedimientos y prescribir
    fármacos cuya eficacia se haya demostrado científicamente.
    2.‐ No son éticas las prácticas inspiradas en el charlatanismo, las carentes de base científica y que prometen a los enfermos la curación, los procedimientos ilusorios o insuficientemente probados que se proponen
    como eficaces, la simulación de tratamientos médicos o intervenciones
    quirúrgicas y el uso de productos de composición no conocida.»
    (https://www.cgcom.es/sites/default/files/codigo_deontologia_medica.pdf)

    Si un «Estimado Colega» recomendase plegarias y estampitas de San Críspulo en consulta, iríamos a la Comisión Deontológica y al psiquiatra de guardia, ¿no? Pues eso.

    El argumento de «como la gente lo va a seguir haciendo» tampoco vale. «Como la gente no usaba medidas de seguridad en el trabajo, y desayunaba solysombra, vamos a hacer otras cosas, pero no a convencer que hay que aprender», ¿tampoco, verdad? No se puede ser cómplice por inacción.

    Por cierto, si lees el documento de la OMS que enlazas, verás que dice que hay que potenciar las medicinas tradicionales «que aporten evidencia científica de eficacia, eficiencia y seguridad». Y seguimos esperando, para la ayur-veda, para la homeopatía, para la acupuntura…

    Si el valor está en dar una atención de calidad, basada en escuchar, explicar, razonar, y acompañar el proceso biológico y afectivo del ser enfermo, hágase. Bastante mágico sería conseguir eso, no lo ensuciemos de sortilegios azucarados.

    Hay cosas en las que es necesario tomar opción. No se puede ser simpático con todos. Cómplice que los prefiere ignorantes o clínico responsable.

    Un afectuoso saludo

    Responder
    • Apreciado Luis:
      El artículo 26 a mí me parece un tanto ambiguo. Dice «preferentemente», no «exclusivamente». Y luego habla de charlatanismo, que es engañar y prometer curaciones imposibles.
      No veo engaño, porque el paciente sabe a dónde va. Conoce su carencia de base científica (nadie pretende convencerle de lo contrario) y además, ellos no dicen que curen. Dicen cosas mucho más polivalentes, como que va bien, que previene, que ayuda, que refuerza; y que cuando hace falta un médico alopático, son los primeros que te van a aconsejar ir.
      Lo de la estampita depende. Pone en algún artículo también que debemos tener en cuenta las preferencias del paciente y sus ideas y valores. Tal vez las plegarias puedan estar bien indicadas en ciertos casos. Y quien ora sabe hasta dónde puede esperar (de esperanza)
      Que la gente lo va a seguir haciendo está claro que es muy pobre como argumento, pero es la realidad y no tiene nada que ver con otras cosas que se hacían mal y se han cambiado. Como el uso del cinturón de seguridad. Es una de las principales diferencias entre medicina científica y alternativa. Como la científica investiga, avanza en el conocimiento y cambia actuaciones. Visto desde fuera puede parecer que estuviera equivocada, cuando en realidad no es así.
      Como la homeopatía no investiga, no tiene el problema de que alguna vez parezca equivocada, y se benefician indebidamente de ello.
      Me leí enterito el documento de la OMS. Dice eso aisladamente. Si unas bolitas de azúcar deben probar eficacia, el resto del documento sobra. Parte de un supuesto imposible.
      No comparto el documento, pero es de la OMS y le tengo un respeto.
      Si como dices escucháramos a los pacientes, viéramos su salud como lo que es, holística 😉 y les dedicáramos más tiempo de escucha, quizás las terapias alternativas no tendrían razón de ser.
      Como dije en otro post, soy contraria a la homeopatía, pero no estoy activamente en contra.
      Un cariñoso saludo

      Responder

Deja un comentario

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies