A veces tengo la suerte de tener algo dando vueltas en mi cabeza, como este tema de la Salud sin Médicos y encontrarme un artículo buenísimo que traduce mis pensamientos. Eso me hace pensar que no soy la única con esas ideas y me da tranquilidad. Sobre todo si es después de un post como el anterior, en el que mi punto de vista sobre una cuestión como el feminismo, difiere de cómo lo ve la mayoría.
Parece que a los médicos se nos asocia con la enfermedad, olvidando que nuestros conocimientos se enmarcan en el campo de las Ciencias de la Salud. Parece que de Salud saben todos y cualquiera.
Pero no quería meterme ahora en ese jardín, sino en otro asunto relacionado.
El paciente en el centro
Ésto es el axioma actual, pero como yo soy muy ácrata y ésto es mi blog, me atrevo a decir que no me gusta del todo la idea.
Porque sitúa al paciente en el centro y a los profesionales sanitarios como un elemento más del sistema que le rodea.
Para mí, no es el modelo idóneo.
Ya dije hace tiempo que mi sitio está junto al paciente. Él y yo nos vemos inmersos en un sistema que nos marca las pautas a seguir en nuestra relación y en los procesos.
Que se escuche al paciente es perfecto. Y digo que se escuche, no que se piense por él. Pero pienso que al profesional sanitario hay que atenderle en el mismo nivel.
Médico y paciente en el centro del sistema
El al artículo al que hacía referencia al principio del post toca uno de mis temas favoritos y que más nos cuesta abordar. La historia clínica electrónica.
Hay gente muy preparada ideando cómo utilizarla por parte de pacientes y médicos. Por supuesto que soy consciente de su utilidad e importancia. Pero pienso también que en su diseño falta una pregunta esencial que debería hacerse todo aquel que trabaje en el mundo de la salud:
¿Ésto sirve realmente de ayuda a los usuarios ?
Y antes de ésta
¿Quiénes son los usuarios principales de esta aplicación concreta: los pacientes, los médicos y los pacientes, juntos o por separado?
Cuando se mezcla salud y negocio, lo digo así abiertamente, estos criterios son especialmente importantes.
La salud sin médicos es esoterismo.