Gracias a unos compañeros fantásticos, hace un mes conformamos el equipo sin mochila o #sinmochilas con una misión importantísima: Que a los niños no les duela la espalda por llevar la mochila al cole.
A raíz de los posts que escribimos en nuestros blogs, nos hicieron entrevistas en distintos medios. A mí Fermín Apezteguía me preguntó
-Blanca, y si nadie hace caso y los niños siguen acarreando mochilas como si nada ¿Qué vas a hacer ?
-Hombre, pues seguir intentándolo.
Una de las integrantes del equipo, la Dra. Mónica Lalanda, nos pasó este artículo que había leído
Y a mí me ha hecho plantearme algunas cuestiones medio filosóficas:
1-El conocimiento es interesante y bello en sí mismo.
Es una preciosidad hacer un estudio biomecánico sobre transporte de cargas por los niños, y concluir que mejor sobre ruedas que sobre la espalda.
2-Publicar en una revista de prestigio es un honor y un logro.
Evidente. Mi más sincera enhorabuena a los autores.
3-Movamos a la acción.
En salud se publican estudios que a lo mejor hoy parece que no sirven para nada mas que para saber que hay que hacer más estudios, pero eso ya es conocimiento en sí mismo.
Pero tratándose de dolor, de niños y de tareas ocupacionales a rediseñar, hay que ponerse a ello pero ya.
4-Mejor sobre ruedas
Todo lo que disminuya el acarreamiento de la mochila a la espalda (ruedas, taquillas, ir al cole en coche en vez de a pie….)
y lo que aumente capacidad de la propia espalda que la soporta
(mayor estatura, más musculatura, mayor anchura…)
ayuda a prevenir el dolor de espalda, pero…
5-La dura realidad
Los niños, a partir de cierta edad, no quieren llevar carrito. Aparte de que por su forma «caótica» de desplazarse, puede propiciar accidentes y tropezones.
6- La oración o plegaria
Para que los profesores tengan en cuenta el dolor de los niños
y no les manden tantos deberes
o que si los mandan, tengan en cuenta que sea de forma que no acarren peso en la mochila.
Para que todos sepan que más del 10% del peso del niño es inaceptable, pero que cuanto menos mejor
Para mantener la salud de los niños, que para ellos no es ni bienestar ni lo contrario, sino no sentir nada, no preocuparse de achaques ni nada parecido…