Un médico profesional o simpático

Desde el honor, el orgullo y lo que disfruto mi puesto de Ganadora , voy a expresar mi opinión, más bien contraria a lo que dice  este post de Rafa Bravo  sobre esta cuestión de la que quién no ha hablado alguna vez.

Agradezco muchísimo a los pacientes que se tomen la molestia de entrar a valorarme. Como podéis ver, la mayoría hablan de mi profesionalidad. Desde la atalaya efímera a la que me han subido con sus calificaciones y entrando en materia sobre el post del Dr. Bravo

Los que quieren ser médicos.

No cabe duda de que para ser un buen médico hay que querer ser médico. Pero ¿eso le hace a uno idóneo para los pacientes? Sería más adecuado que los pacientes quisieran que ese fuera su médico.

Es un criterio muy básico para acceder a formarse para ejercer la profesión pero en mi opinión no es suficiente aunque sea necesario. Un sorteo entre los que quieran ser médicos y tengan una nota mínima sin más me parece muy poco como requisito. Y tiene un grave defecto: no permite que quienes realmente deseen conseguirlo puedan esforzarse para ello.

Selección por notas

Son un poco como la democracia ¿no? No será el mejor sistema posible pero alguno hay que tener, y no está mal en mi opinión, seleccionar a los estudiantes para cualquier carrera por sus notas. Los de mejores notas no son unos monstruítos autocastigados como dicen en el post, no estoy de acuerdo en que sea así.

Hay facultades de Medicina en Estados Unidos (que yo sepa, habrá más), donde consideran muy acertadamente en mi opinión, actitudes adecuadas para la profesión a la hora del acceso. Bueno para los pacientes, sin duda.

Rasgos de carácter y trastornos de personalidad

La selección por actitudes posiblemente pueda detectar estudiantes con trastornos de personalidad o con rasgos inadecuados para el ejercicio de la profesión. No creo que se dé una frecuencia mayor de enfermedades mentales entre los estudiantes con mejores notas que entre otros con peores. Posiblemente sea lo contrario.

¿Sería ética una selección así? Impediría que algunos estudiantes que quisieran ser médicos lo fueran. Si buscamos los mejores para los pacientes  quizás sí sería lo adecuado.

Alguien que quiera estudiar Medicina y sea narcisista, psicorígido, misógino, obsesivo … ¿podrá ser buen médico?

Salud laboral

Como decía en esta entrada, cuando esos estudiantes sean empleados del mundo laboral trabajando con pacientes, no estarán sanos y en activo o enfermos y de baja, de una forma dicotómica. Ni tendrán un estado de bienestar completo físico, psíquico y social constante (definición de salud de la OMS).

Cuando el problema que deban gestionar respecto a ellos mismos esté en el plano físico y les imposibilite sus tareas, posiblemente estarán de baja. Pero ¿y en el terreno psíquico? Los que tengan baja resiliencia y estén superando un duelo, por ejemplo, ¿atenderán a sus pacientes con profesionalidad y empatía? ¿No debería ser causa de baja médica para un médico un duelo aunque no fuera patológico, por su repercusión sobre el trato con los pacientes?

Es exigible a todo médico que las circunstancias adversas a las que deba enfrentarse en los planos físico, psíquico y social, nunca interfieran en su trabajo con los  pacientes.

Eso es la profesionalidad.

Va unida a tener unos conocimientos adecuados y actualizados.

Y a lo que yo llamo genuina buena educación. Que sean educados en el sentido que yo enseño a mis hijas: más allá del protocolo, que sean agradables con la persona que tienen delante. Eso implica dedicarle toda la atención, la empatía y el respeto posibles.

Mi opinión: cualquier selección por méritos académicos es no solo aceptable sino la mejor posible.

 

 

 

5 comentarios en «Un médico profesional o simpático»

  1. Creo que en el equilibrio está el quid de la cuestión, pero sin duda el futuro médico debe demostrar su capacidad intelectual y de sacrificio y eso solo se alcanza siendo buen estudiante.
    Para mí prima la selección por nota.

    Responder
    • Hola María José
      Muchas gracias por comentar y por estar de acuerdo 😉
      Confieso que también me gusta que comente quien no lo está, pero bueno. Me estoy poniendo muy exigente y realmente no me puedo quejar.
      Hasta pronto, besos

      Responder
  2. Si tuviese que eligir una de las dos opciones, me quedaría con profesional: el que me resuelva el problema de salud.

    Pero, afortunadamente, esas dos opciones pueden perfectamente ir juntas y además de profesional se puede ser buen comunicador y empático. Seguro que los pacientes lo valoran todavía de forma más positiva.

    Si lo de la selección por notas (o esfuerzo) no les parece justo, lo del sorteo ya es la repera.

    Un beso,
    Mónica Parejo

    Responder

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